viernes, 1 de febrero de 2019

Tarifazos, despidos y represión es atacar los derechos humanos


 Desde que empezó el año, el gobierno de Macri profundiza su ajuste por orden del FMI: tarifazos en todos los servicios, inflación sin tregua, más despidos y más medidas de mano dura. Por eso desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia convocamos hoy a esta “quema de boletas” como símbolo de la necesidad de enfrentar y poner fin, cuanto antes, a toda esa política antipopular y antinacional.


. Cuando cualquier vecina o vecino debe elegir entre pagar sus boletas de agua, luz o gas y comer menos o peor, se atacan los derechos humanos.
Cuando se despide a un trabajador o trabajadora estatal o del sector privado, se lo suspende o se le rebaja el salario, afectando su posibilidad de supervivencia y la de su familia, se atacan los derechos humanos.
Cuando la mitad de la niñez del país está bajo la línea de pobreza y sigue habiendo casi un femicidio por día, se atacan los derechos humanos.
Y cuando la ministra de (In)Seguridad Patricia Bullrich, al estilo Bolsonaro, habilita a sus fuerzas de seguridad a disparar por la espalda, autoriza esa picana portátil llamada Taser, endurece la persecución a los inmigrantes, busca bajar aún más la edad de imputabilidad penal y mantiene presos políticos como Daniel Ruiz, también se atacan los derechos humanos.

Este tarifazo es un sablazo al bolsillo popular: gas 35% desde abril, peajes 33% promedio, luz 40% hasta marzo, agua 48.5% hasta mayo, colectivos 38.5% hasta marzo, trenes 40% hasta marzo, subte 45% hasta abril. Y el ministro Dujovne prepara mayores subas para el resto del año. Ese aumento, inflacionario ya de por sí, afecta al pueblo trabajador y también a sectores medios.
¡Desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia decimos basta! El agua, la luz, el gas y el transporte son derechos sociales básicos, no un negociado para cuatro vivos, como las corporaciones petroleras cuyas tarifas están dolarizadas y nunca pierden. Lo primero es echar atrás este tarifazo confiscatorio. Pero la solución para los servicios no puede ser seguir subsidiando a las concesionarias privadas, plata que también sale de nuestros bolsillos.

Desde 2013, Axel Kicillof, con el pacto YPF-Chevron, les garantizó altos precios para el gas de Vaca Muerta. Luego Macri directamente les dolarizó todas las tarifas. Y como el FMI le ordenó pagar la deuda externa y entonces necesita déficit cero, ahora recorta los subsidios y descarga el tarifazo sobre los usuarios. Así lo dispone el Presupuesto nacional 2019, que Macri logró aprobar con votos del PJ.

Hay que terminar de una vez por todas con el curro de las privatizaciones, que desde Menem hasta hoy sigue gobierno tras gobierno. Es preciso rescindir esos contratos de concesión, recuperar y reestatizar el sistema energético y todos los servicios, bajo el control social de sus trabajadores y usuarios. Esa es la única forma de garantizar servicios públicos accesibles y eficientes para toda la población.

Y lo mismo frente a los despidos. Macri y las patronales, junto a los gobernadores y la burocracia sindical cómplice, pretenden descargar la crisis sobre la clase trabajadora. No hay que permitirlo. Apoyemos todas las luchas por el salario y el empleo. Que por ley se prohíban los despidos y se abran los libros contables de toda empresa que despida o amenace cerrar. ¡Que la crisis la paguen los que la provocaron: los capitalistas!

Pero el pueblo trabajador está resistiendo. Ante los tarifazos se hacen “ruidazos” y cacerolazos todos los viernes, en esquinas de Capital, Gran Buenos Aires y otras ciudades. Los comerciantes de Once y otros sectores se organizan para no pagar las boletas, en un ejemplo a seguir. En decenas de empresas y reparticiones, las y los trabajadores defienden con uñas y dientes sus puestos de trabajo y sus salarios. Y a la vanguardia de la lucha están las mujeres, saliendo a la calle una y otra vez para defender cada derecho.

Pero con pelear cada sector por separado no alcanza. La CGT sigue durmiendo la siesta y recién habla de un posible paro para abril. Y las CTA de Yasky y Micheli junto a Camioneros sólo hacen una marcha de antorchas cada semana en una ciudad distinta. Lo que hace falta para frenar los tarifazos, los despidos, la mano dura y todo el ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI es un paro general ya, y con continuidad hasta derrotarlo.
Por eso desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia exigimos que la CGT y las CTA llamen a ese paro nacional de 36 horas con movilización que hace falta., Invitamos a todas las organizaciones populares a sumarse a este reclamo, seguimos movilizados y convocaremos a una nueva acción de lucha en febrero.

Basta de tarifazos, despidos y medidas represivas.
No al pago de la deuda externa. Anulación del acuerdo con el FMI.
Paro general activo y plan de lucha para derrotar el ajuste.