miércoles, 12 de diciembre de 2012

Trece (13)absoluciones para que festejen las redes de trata.

- María Jesús Rivero: Ex dueña de la remisería 5 Estrellas. Según la acusación, ordenó –junto con su ex marido Rubén “La Chancha” Ale– a su hermano secuestrar a Marita Verón. La fiscalía la consideró autora intelectual. La fiscalía y la querella habían pedido 25 años de prisión.

- Víctor Rivero: Acusado de secuestrar a Marita por orden
de su hermana María Jesús. Un testigo dijo en el juicio que Rivero le contó cómo lo había hecho y que la sangre de la mujer, a quien golpeó con un arma, nunca salió del asiento del auto que usó en el secuestro. La fiscalía lo consideró autor material y, al igual que la querella, pidió para él 25 años de prisión.

- Daniela Milhein: testigos rescatadas de redes de trata señalaron que reclutaba chicas para ser explotadas en los prostíbulos. Una ex víctima de esas redes contó que en su casa vio dos veces a Marita. La fiscalía la consideró partícipe necesaria y pidió 25 años de prisión, al igual que la querella.

- Alejandro González: ex marido de Daniela Milhein, estaba acusado de haber transportado a Marita hasta La Rioja para entregarla a un prostíbulo, como había hecho con otras mujeres secuestradas que declararon en el juicio. Para la fiscalía, que pidió una condena de 25 años –en coincidencia con la querella–, fue partícipe necesario.

- Irma Medina: Conocida como “Mama Lili”, madre de los mellizos Gómez y dueña de varias whiskerías que funcionaban como prostíbulos alimentados por mujeres secuestradas. Una testigo aseguró que “compró” a Marita Verón. La fiscalía la consideró partícipe necesaria y pidió una pena de 25 años, la misma condena que solicitó la querella.

- José “Chenga” Gómez: Hijo de Medina, los testimonios señalan que obligó a Marita a prostituirse en los locales de su familia, que ella fue su “doña” y tuvo un hijo suyo. Según la fiscalía, fue partícipe necesario, por lo que le cabía una pena de 25 años, con lo que coincidió la querella.

- Gonzalo “Chenguita” Gómez: Hijo de Medina, regenteaba prostíbulos en La Rioja, en uno de los cuales fue vista Marita. Como a su hermano y su madre, la fiscalía lo consideró partícipe necesario y pidió para él 25 años de prisión. Idéntica pena solicitó la querella.

- Mariana Bustos: Casada con Chenga Gómez, participaba de la explotación de los prostíbulos. Para la fiscalía, como partícipe secundaria, le cabían 12 años y medio de prisión; para la querella, 26 años y medio.

- Pascual Andrada: Ex policía encargado de trasladar mujeres secuestradas de Tucumán a La Rioja; en esa rutina habría trasladado a Marita, según fue acusado. Para la fiscalía, como partícipe secundario, le cabían 12 años y medio de prisión; la querella pidió 23 años y siete meses.

- Paola Gaitán: Esposa de Carlos Luna, referida como administradora de los locales bajo el nombre “doña Patricia”. La fiscalía la consideró partícipe secundaria y pidió para ella 12 años y medio; la querella había pedido 23 años y seis meses.

- Juan Derobertis: Encargado de El Desafío, uno de los locales de Medina y sus hijos en los que fue explotada Marita. Por considerarlo partícipe secundario, la fiscalía pidió para él 12 años y medio de prisión; la querella había solicitado 24.

- Carlos Luna: Administraba el prostíbulo El Desafío y formalmente figuraba como responsable del lugar en donde, dijo, las chicas estaban por su voluntad, algo que desmintieron numerosos testimonios. Habría asumido la responsabilidad por gratitud a los Gómez. Para la fiscalía, por ser partícipe secundario, debía cumplir 12 años y medio de prisión; para la querella, 25.

- Azucena Márquez: Fue señalada como regenta de prostíbulos de Medina y Gómez –bajo el nombre de “doña Claudia”–, que comandaba cuando Marita fue vista allí. Para la fiscalía, como partícipe secundaria, le cabía una pena de 12 años y medio; la querella había pedido 25.

martes, 6 de noviembre de 2012

La dictadura brasileña expulsó a más de 1000 refugiados por el Plan Cóndor

La Comisión de la Verdad obtuvo un documento que revela aspectos desconocidos del siniestro pacto de exterminio firmado por los militares

 Eran ciudadanos que buscaban protegerse de la persecución en sus propios países. Pero tras la entrega a su nación de origen, la mayoría terminó asesinada. La información estaba en manos de una comisión de la ONU. En los 21 años de la última dictadura (1964-1985), Brasil expulsó a más de mil refugiados sudamericanos tras un pacto sellado con los otros gobiernos del Cono Sur.

Según documentos de las Naciones Unidas a los que tuvo acceso la Comisión de la Verdad, de reciente creación, el acuerdo para la expulsión de los exiliados fue pactado entre 78 militares brasileños y argentinos que contaron con el apoyo de las dictaduras de Chile, Paraguay y Uruguay. Esta fase desconocida del Plan Cóndor de coordinación represiva entre los regímenes cívico-militares de la región, consta en los archivos de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

De acuerdo con la documentación recogida por la Comisión de la Verdad, Brasil entregó a sus países de origen a los ciudadanos opositores que salían de su tierra en busca de protección, una situación que la ONU define como "episodios flagrantes de violación a los Derechos Humanos". En muchos de esos casos –que hasta ahora habían sido considerados como hechos aislados– las personas "devueltas" eran luego asesinadas en sus naciones. Fuentes diplomáticas aseguraron en su momento que los dictadores brasileños rechazaron incluso pedidos de amparo a los refugiados que llegaban a su cancillería con el aval del organismo multilateral.

Según estadísticas de dudosa veracidad, Brasil recibió entre 1977 y 1982 a unas 3300 personas llegadas desde países latinoamericanos en busca de asilo político, pero les concedió ese estatus a sólo 1380, todas transferidas luego a otros lugares. Esa situación fue denunciada en 1979 por el entonces representante regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Rolf Jenny. La agencia de la ONU señaló en aquellos años que "Brasil no aplica en la práctica la ley de asilo nacional para la gente de izquierda y los no europeos", y que el país mantenía de ese modo una "posición extraoficial".
Además de las investigaciones hechas en Brasil y de la colaboración recibida de la ONU, en su función asignada de investigar todas las formas de abuso de los Derechos Humanos durante los 21 años de la dictadura, la Comisión de la Verdad saldrá a la búsqueda de documentos, archivos policiales y militares, y telegramas diplomáticos sobre aspectos mantenidos en secreto por gobiernos extranjeros y organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA). Según trascendió ayer en medios diplomáticos, la comisión también tiene decidido pedir el acceso a los archivos diplomáticos de los demás países del Cóndor. 
 Tiempo argentino

jueves, 4 de octubre de 2012

CORREPI REPUDIA LA ASONADA DEL APARATO REPRESIVO DEL ESTADO.


DESCLASADOS, NUNCA TRABAJADORES.

El conflicto por la paga de los prefectos y gendarmes, que se ha extendido por todo el país, y que amenaza con extenderse a otras fuerzas represivas, pone en evidencia la verdadera naturaleza de su despreciable función.

Con este motín, una falsedad queda al descubierto: no existe la profesionalización ni la democratización de las fuerzas represivas como garantía de paz social. La represión es, antes que nada, expresión del monopolio de la violencia del Estado, en una sociedad con privilegios de clase.

La naturaleza del reclamo (estrictamente monetario) pone también en evidencia otra falsedad: no es sindicalizando a las fuerzas de represión como se logra desbaratar su enorme capacidad de violencia sobre el pueblo pobre. La sindicalización, sólo mejora su relación con el Estado, pero no cambia la perversa naturaleza de su razón de ser.

Los prefectos, gendarmes, y el resto de los represores, no son trabajadores; no se trata de una huelga, sino un motín o asonada. La obtención de sus objetivos, más que acercarlos al pueblo, los envalentonará aún más para ejercer la función para la que existen: reprimirlo.

El hecho de que los policías provengan en gran medida del pueblo no significa nada. Es la existencia la que determina la conciencia. Y la existencia no se encuentra determinada por la percepción de un salario sino por la función social que se ejerce. Aquél que, perteneciendo por origen a la clase trabajadora, se vuelve policía, es un policía de la burguesía y no un trabajador. Todo policía está entrenado para reprimir al pueblo cuando éste se moviliza por sus justas reivindicaciones. Además, saben que los gobiernos cambian, pero la policía permanece.

La relación entre la clase dominante y el pueblo pobre es la de una guerra de clases, algunas veces más evidentes, otras, más larvada. Aunque se la disfrace mediante discursos que apelan a la paz social o a la justicia social, a la igualdad de oportunidades o de derechos, a la naturalidad del dominio de un ser humano por sobre otros, no significa que, porque las fuerzas represivas encaren un reclamo salarial, hayan abandonado, por un segundo, su función de perro guardián. Morder y cumplir la función del perro, no implica ser el amo. El perro le pertenece al amo, le obedece, cumple.

Es la naturaleza misma de su despreciable función, la que torna insostenible el argumento de "si los ganamos, si los aparateamos, si conseguimos que se autodepuren y defiendan organizados, como trabajadores, entonces quebramos al sistema opresor".

Casi la misma "lógica-absurda" que los quiere profesionales y democráticos.

Estamos ante quienes postulan el posibilismo, esa despreciable posición para legitimar al capitalismo desde posiciones presuntamente progresistas; es decir, de quienes no se atreven a ser abiertamente capitalistas.

Todas las experiencias de sindicalización (en Argentina existen varias agrupaciones o asociaciones de policías y miembros del aparato represivo del Estado) conducen inexorablemente a mejorar la capacidad de fuego, y las condiciones en las que ejercen la represión.

El sistema capitalista no se concibe sin trabajadores disciplinados para tolerar los niveles de explotación y alienación. Cualquier atisbo de levantamiento provoca la suelta de la jauría. Porque no pueden prescindir de los trabajadores, necesitan todavía más de la policía, gendarmes, prefectos y todo pedigree por el estilo.

Los reclamos por la paga, son mostrados por derecha, y por alguna izquierda también, como un reclamo laboral más. Con esposas e hijos aplaudiendo a columnas de uniformados que entran vociferando mientras entorpecen el tráfico, el panorama se parece mucho al de los numerosos reclamos que se formulan los trabajadores.

La diferencia - entre otras- es que en estos reclamos no hay nadie legitimado con balas y gases amenazando con reprimir.

Los reclamos por la paga de prefectos y compañía, llevan a graves preocupaciones de funcionarios y legisladores, que intentan rápidamente disolver el conflicto cumpliendo con cada uno de los requerimientos, a diferencia de cuando el recorte se opera sobre los salarios de los empleados públicos.

Se trabaja en las fábricas y en los comercios, se trabaja en las obras y en el campo, en la montaña y en el agua, se trabaja en las oficinas y en los hospitales, en espacios públicos y privados.

Formando parte del aparato represivo, NO SE TRABAJA, SE CUMPLE LA FUNCIÓN DE DISCIPLINAR Y CONTROLAR A LOS QUE TRABAJAN, lo que impacta en la subjetividad de la clase trabajadora.

Eso se hace, con o sin profesionalismo, con o sin instrucción democrática, con o sin cursos de derechos humanos, con o sin sindicalización. En todos los casos, quienes cumplen esa función inherente al monopolio de la fuerza por parte del Estado, reciben también otros favores de parte del mismo Estado a la hora de examinar sus conductas (impunidad, ventajas, beneficios procesales, asistencia jurídica, etc). Y no es casual que salgan a exigir más beneficios cuando más visible se hace la necesidad que el gobierno de turno tiene de las que la ministra llama sus "fuerzas de confianza", las "profesionales", las "no corruptas", para invadir los barrios, patrullar las calles y prevenir, con la invasión uniformada, cualquier atisbo de más organización popular.

Lo que verdaderamente importa, es que esté garantizado ese monopolio del ejercicio de la fuerza para desplegarla contra las masas.

Recordamos que los que reclaman, son los mismos que hace poquitos días desalojaron salvajemente la Panamericana y apalearon y metieron presos a 60 trabajadores en Campo de Mayo (por primera vez desde 1983), cuando se conmemoraba el día del detenido desaparecido, por orden de un ex carapintada, segundo de la ministra más "progre" del "gobierno de los derechos humanos"; los mismos que en 2005 y 2006 militarizaron y torturaron en Las Heras y reprimieron a los trabajadores pesqueros en Mar del Plata; los mismos que, en 2007, reprimieron a los trabajadores del Casino; los mismos que se infiltran y espían trabajadores con el "Proyecto X"; en fin, los mismos que, en 1999, asesinaron a Mauro Ojeda y Francisco Escobar en el puente de Corrientes, cuando la ministra más "progre" del "gobierno de los derechos humanos", era la viceministra del Interior del gobierno de la Alianza.

CORREPI - Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional

lunes, 16 de julio de 2012

Capturan al criminal de guerra nazi más buscado

Laszlo Csatary, quien ahora tiene 97 años, fue detenido en Hungría.

Está acusado de complicidad en la muerte de 15.700 judíos.

El criminal nazi más buscado del mundo, Laszlo Csatary, de 97 años y acusado de complicidad en la muerte de 15.700 judíos durante la Segunda Guerra Mundial, fue hallado en Budapest, anunció ayer el director de la oficina del Centro Wiesenthal en Israel.

"Confirmo que Laszlo Csatary fue identificado y encontrado en Budapest", declaró a la AFP Efraim Zuroff.
"El (diario británico) Sun pudo fotografiarlo y grabarlo gracias a informaciones que nosotros aportamos en septiembre de 2011", añadió.
El diario británico anunció ayer en su sitio web que el criminal de guerra nazi húngaro, el más buscado del mundo, "fue identificado y hallado" en Budapest.

"Hace diez meses, un informador nos dio elementos que nos permitieron localizar a Laszlo Csatary en Budapest. Ese informador recibió la prima de 25.000 dólares que acordamos a cambio de informaciones que permitan hallar a criminales nazis", explicó Zuroff por teléfono.

Los reporteros del Sun encontraron a Laszlo Csatary en su apartamento de Budapest, en cuyo timbre aparecía el apellido "Smith". "No he hecho nada, váyanse de aquí", les dijo cerrándoles la puerta en las narices.

"Es la cuarta vez que el Sun colabora con nosotros para presionar a las autoridades que tardan demasiado tiempo en encontrar a nazis", explicó Efraim Zuroff.
Zuroff añadió que las informaciones sobre el paradero de Csatary fueron transmitidas en septiembre de 2011 a la fiscalía de la capital húngara.

El fiscal adjunto de Budapest, Jenö Varga, no pudo confirmar la información, limitándose a declarar ayer: "Hay una investigación en curso. La fiscalía está estudiando las informaciones recibidas". En abril, el Centro Wiesenthal había colocado a Csatary al tope de la lista de los criminales de guerra más buscados del mundo.
Csatary fue jefe de la policía en el gueto de Kosice (Kassa, en húngaro, y Kaschau en alemán), situado en el territorio de la actual Eslovaquia, donde 15.700 judíos fueron asesinados o deportados al campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, durante la ocupación alemana de la entonces Checoslovaquia.

Laszlo Csatary trataba a los judíos del gueto con crueldad, azotando a las mujeres y obligándolas a cavar trincheras con las manos desnudas, explicó Zuroff.
Había sido condenado a muerte en ausencia en 1948 por un tribunal checoslovaco, pero desapareció misteriosamente después de esconderse en las ciudades canadienses de Montreal y Toronto. Posteriormente, con una identidad falsa, se dedicó a comerciar objetos de arte. Hace unos 15 años, las autoridades canadienses descubrieron su verdadera identidad y por ello volvió a desaparecer, esta vez escondiéndose en Hungría, dijo Zuroff.

domingo, 24 de junio de 2012

Entrevista con el diputado griego de SYRIZA, Manolis Glezos, de 94 años, héroe de la resistencia al nazismo

“Aún existen los traidores en nuestro país”

Nada parece detener a este hombre enérgico que atravesó un siglo XX en rebeldía constante y ahora, en este naciente siglo XXI, acaba de ser electo diputado nacional en las filas de la coalición de izquierda radical.

 Por Eduardo Febbro

Desde Atenas

Manolis Glezos no tiene tiempo para escribir sus memorias. Podría llenar varios volúmenes, pero prefiere vivir. Los 94 años que marca el reloj del tiempo no le frenan ni sus ansias, ni su fuerza, ni sus convicciones políticas inalterables desde aquella madrugada de Mayo de 1941 cuando, en plena ocupación nazi de Grecia y con apenas 18 años, subió a la Acrópolis de Atenas, arrió la bandera nazi e izó la griega. Manolis Glezos es un héroe europeo y nacional. Los historiadores ubican su gesto como el primer acto de resistencia contra la ocupación nazi de Europa del Sur. Nada parece detener a este hombre enérgico que atravesó un siglo XX en rebeldía constante y ahora, en este naciente siglo XXI, acaba de ser electo diputado en las filas de la coalición de izquierda radical Syriza. Detenido, liberado, arrestado, condenado, fugado, torturado y siempre libre.

La historia de Manolis Glezos es el relato de una insumisión sin rendición. Junto a Mikis Theodorakis, Glezos fue una de las cabezas más visibles del combate contra la dictadura de los coroneles (entre 1969 y 1974). Más recientemente, el ahora diputado de Syriza fue uno de los primeros en llamar a los griegos a manifestar cuando Grecia se vio frente al precipicio de los planes de austeridad. La memoria de los pueblos suele ser infiel con sus héroes. A Manolis Glezos le toca vivir en estos días un episodio inusual: en cuanto ingrese al Parlamento como diputado tendrá que compartir esa cuna de la democracia con los diputados del partido neonazi Amanecer Dorado. Con 7 por ciento de los votos, la formación que reivindica a Hitler como herencia y sus valores como método fue legitimada en las urnas. Glezos convivirá en el Parlamento con los herederos de quienes él combatió toda su vida. La sombra de aquella bandera nazi que arrió de la Acrópolis en 1941 le sigue sus pasos.

Sin embargo, no se detiene en lamentos, muy por el contrario. Por eso eligió la batalla política y las ideas de Syriza para vencer a sus dos enemigos: Amanecer Dorado y los planes de austeridad promovidos por la Unión Europea, en especial por Alemania. Al igual que Syriza, Glezos denuncia a “los bancos internacionales, las agencias de calificación y los fondos de inversiones que asientan su poder en Europa y en el mundo y se preparan a destruir los Estados y la democracia utilizando el arma de la deuda”. La actitud agresiva y humillante de Alemania –entre otros insultos, Berlín trató a los griegos de vagos– le dio a Manolis Glezos una nueva dimensión. Como él mismo lo dice: los años no cuentan. Lo que cuenta es ganar la próxima batalla.

–Tantas y tantas décadas después, ¿qué le produce a usted ver a los neonazis ingresar al Parlamento?

–Es algo triste lo que ocurrió, pero creo que debemos analizar estos eventos y ver por qué ocurrieron. Desde luego que me da tristeza y rabia. A pesar de nuestra gran historia aún existen traidores en nuestro país. Siento pena de ver cómo hay gente que puede llegar a este punto. También siento rabia porque nuestro sistema político le da de comer a estos fenómenos, los fortalece. Durante la ocupación de Grecia por los nazis tuvimos traidores y colaboradores. A muchos de los colaboradores les dijimos: ustedes son griegos, tienen que trabajar para Grecia. Hicimos un trabajo tan fuerte que muchos de ellos pasaron luego a formar parte del Frente de Liberación Nacional. Hay que hacer un trabajo similar con quienes votan por los neonazis. Además, hoy hay que mirar de cerca las consignas y las políticas que promueven estas organizaciones. Dicen que están contra el capital, contra los memorandos de austeridad, dicen que están a favor de la Patria y contra los inmigrantes. Es curioso constatar que durante la Ocupación, una de las primeras organizaciones creadas por griegos traidores y alemanes se llamaba ESPO, Organización Social Nacionalista Patriótica. Pues ESPO defendía los mismos temas que los neonazis de hoy: lo nacional, lo patriótico y el socialismo. Lo mismo que ahora: patriótico contra el memorando, social contra el capital y contra los inmigrantes por la nación. Lo que nos queda entonces por hacer es revelarle al pueblo los planes de esta gente y demostrar que los problemas del pueblo no se pueden resolver con el fascismo. Para mí, no se trata de saber lo que yo siento sino cómo enfrentar ese problema sin sentimentalismo, con lógica. Para Grecia, lo más importante es recuperar su independencia nacional. En este momento nos han llevado casi a ser un protectorado bajo el dominio de Alemania.

–Cuando usted subió a la Acrópolis a sacar la bandera nazi y poner la griega en su lugar era muy joven, tenía apenas 18 años. ¿Por qué eligió hacer ese acto?

–Bajé la bandera en la madrugada del 30 al 31 de mayo de 1941. Elegimos ese día porque habíamos escuchado en la radio que Adolf Hitler, en un discurso que pronunció en el Reichstag, dijo que con la ocupación de la isla de Creta toda Europa estaba liberada. Lo que quiso decir es que Europa estaba completamente bajo el poder del fascismo. Entonces, nosotros decidimos mostrarle que la lucha empezaba recién ahora, que Europa no estaba liberada como él decía. Se le da a ese gesto un valor histórico. Yo no lo concibo así. Este fue sólo un acto de los muchos que hicimos durante esta lucha. Desde ese momento hasta ahora nunca dejé de luchar. Nunca bajaré los brazos.

–Si hacemos una comparación histórica, ¿qué bandera habría que bajar hoy del mástil que ocupa?

–Habría que bajar la bandera de los súbitos e izar la bandera de la independencia y la soberanía nacional. Ahora me acuerdo de una cosa que Goebbels, el ministro de Información de Hitler, escribió en un artículo que apareció durante la Segunda Guerra Mundial. Goebbels dijo que en el año 2000 veríamos una Europa dominada por la cultura alemana. Sólo se equivocó en 10 años. Hoy Alemania domina política y económicamente toda Europa.

–¿Se siente humillado con la actitud despreciativa y rebajante que Alemania tuvo con Grecia durante todo este período de la crisis de la deuda?

–Nosotros combatimos a los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial y los seguimos combatiendo ahora, pero de otra manera. Es otro tipo de guerra. Pero hay una cosa que es segura: en aquel entonces no nos ganaron y tampoco nos ganarán ahora. Durante la Segunda Guerra Mundial los vencimos con las armas, hoy los venceremos de otra manera.

–Grecia votó el domingo pasado bajo una inmensa presión exterior, empezando por la de Alemania. Europa puso a Grecia en el banquillo de los acusados, la hizo aparecer como un país de vagos que sólo podía reparar su error de una manera: no votando a la izquierda. ¿Cómo juzga estas elecciones y las condiciones en que se llevaron a cabo?

–En la víspera de las elecciones, y por primera vez en la historia de nuestro país, los diarios alemanes, los políticos y otros dirigentes de Europa se metieron directamente en la política griega. ¡Fue algo increíble! Y sin embargo, pese a todo eso, nosotros, es decir la coalición de izquierda radical Syriza, salimos como segunda fuerza política del país. Esto representa una de las victorias más grandes de este último período. Prometo una cosa: cuando haya elecciones en Alemania yo voy a ir allá. ¡Ahí Angela Merkel va a saber lo que realmente significa la palabra intervención!

–En cuanto al resultado mismo de la elección, pese a que Syriza no ganó, como usted lo señaló recién, pasó a ser el primer grupo de oposición en el Parlamento. Eso es inédito, y no sólo en Grecia sino también en Europa. Es la primera vez que un partido a la izquierda del socialismo es mayoritario.

–Nosotros hubiésemos ganado las elecciones si no hubiese sido por dos factores: primero, la intervención exterior, que fue determinante; en segundo lugar, por las enormes dificultades que tuvieron muchos de nuestros votantes para regresar a sus pueblos y votar. No tenían dinero para pagar el viaje. De todas maneras, lo esencial es que el terrorismo de los medios de comunicación consiguió asustar a la gente, por eso ganó la derecha.

jueves, 2 de febrero de 2012

Los registros de un secuestro familiar

Aportan un documento secreto del Grupo de Tareas de la ESMA 

El documento fue entregado por la periodista Analía Argento. Da detalles sobre la desaparición de los Ruiz Dameri: los padres y los chicos de 4 y 2 años llevados a la ESMA, donde nació la niña más pequeña, apropiada por el prefecto Juan Antonio Azic...

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