viernes, 24 de noviembre de 2017

BALDOSA POR LA MEMORIA DE PEDRO BERNARDO OVIEDO EN EL COLEGIO RECONQUISTA DE VILLA URQUIZA

El próximo viernes 24 de Noviembre a las 10 hs junto a familiares, alumnos del Taller Jóvenes y Memoria y la Comunidad del Colegio N° 12 Reconquista de Villa Urquiza, colocaremos la baldosa por la memoria de PEDRO BERNARDO OVIEDO, ex Preceptor del Colegio, desaparecido por el terrorismo de Estado el 26 de Junio de 1976. Los esperamos en Avda Triunvirato 4992, ciudad de Buenos Aires.

Pedro Oviedo nació en la ciudad de Buenos Aires el 29 de Septiembre de 1951 y fue desaparecido cuando tenía 24 años. Era el mayor de tres hermanos.  Patricia su hermana luchó junto a su familia por la aparición con vida de Pedro y otros militantes secuestrados y en ese compromiso también fue desaparecida por la Dictadura cívico militar.  Carlos,  su hermano menor, también militante,  así lo recuerda  :      "  Me pidieron que escriba algunas palabras sobre mi hermano Pedro, me costó no lo voy a negar, porque siento que no hay palabras que lo describan, temo quedarme corto pero lo voy a intentar.

Pedro era un tipo inmensamente solidario, capaz de regalar su única campera de invierno a quienes no tenían nada, capaz de invitar a subir a su casamiento a personas que vivían en la calle.

Era un compañero muy comprometido, formado políticamente, inteligente. También era discutidor, en años de enorme participación las discusiones políticas en mi casa eran moneda corriente. 

Empezó a militar desde muy joven, primero en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que luego fusionaron con otras organizaciones para conformar Montoneros. Era mi héroe, pero no era UN héroe, los héroes son construcciones lejanas a la gente común. Mi hermano era un joven que decidió comprometerse con su tiempo y con su historia que, como miles de jóvenes, entregó su vida para construir un país Justo y solidario. 

Era fachero, carismático, tenía mucho arrastre hasta que conoció a Alicia, su compañera de vida y de lucha con quien se casó unos meses antes de desaparecer. Hizo su escuela secundaria en el colegio Mariano Acosta, donde se recibió de maestro. Era hincha de Boca, jugador y amante del basquet, deporte que jugó en el club Comunicaciones.

Estudió Sociología y fue preceptor del Mariano Moreno y de este colegio, el Reconquista.
Era amado por nosotros, su familia y por sus amigos y compañeros.

Fue secuestrado el 26 de junio de 1976 y llevado al centro clandestino de detención que funcionó en la ESMA. Su desaparición nos marcó como familia para siempre. Mi hermana Patricia, acompañó fuertemente a mis padres, Jacinto y Juana, en su búsqueda hasta que fue también secuestrada y desaparecida el 8 de diciembre de 1977 en la Iglesia de la Santa Cruz. 

Es muy difícil describir la sensación de no saber dónde están, por eso es tan importante para nosotros, los familiares, que haya justicia, que paguen por sus crímenes los responsables de su desaparición. Por eso es tan importante sostener viva su memoria. 
Abracé entonces y abrazo ahora con enorme orgullo la lucha por alcanzar sus sueños, llevándolos como guía que nos marca el camino y aunque hoy vivimos momentos muy difíciles, estoy seguro que seguir su camino hará que vuelvan los tiempos felices para nuestra patria."

PEDRO y PATRICIA OVIEDO ¡¡ Presentes !!
Desaparecidos y asesinados del Colegio Reconquista ¡¡Presentes!!! 
30000 desparecidos   ¡¡ Presentes Ahora y Siempre!!

lunes, 20 de noviembre de 2017

El genocida Sandoval presenta recurso sobre su extradición de Francia

Beatriz Cantarini de Abriata, cuyo hijo desapareció en 1976 durante la dictadura argentina, en una manifestación ante la emajada francesa aguardando una decisión sobre una apelación en el caso del expolicial Mario Sandoval, en Buenos Aires, el 9 de abril de 2014. © AFP DANIEL GARCIA
Mario Sandoval, un expolicía implicado en la desaparición de un estudiante durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), interpuso un recurso de casación después de que la justicia francesa se mostrara favorable a su extradición, informó este lunes su abogado.

“Les confirmo que el señor Sandoval presentó un recurso de casación”, confirmó Bertrand Lampidès al ser preguntado por la AFP.

La sala de instrucción de la corte de apelaciones de Versalles, al oeste de París, había emitido el 19 de octubre una opinión favorable a la extradición a Argentina de este exfuncionario de policía, reclamado por Buenos Aires desde 2012.

Argentina sospecha que Sandoval estuvo implicado en el secuestro y la desaparición el 30 de octubre de 1976 de Hernán Abriata, un estudiante en arquitectura que fue detenido en la Escuela Mecánica de la Armana (ESMA), en Buenos Aires.

Unas 5.000 personas que pasaron por el centro de tortura tristemente célebre de la dictadura, desaparecieron, a menudo lanzados desde aviones al Río de la Plata.
Argentina sospecha que Sandoval participó en más de 500 asesinatos, torturas y secuestros. Pero el caso Abriata es el único en el que se basa para pedir su extradición, ya que Buenos Aires dispone de varios testimonios que implican al expolicía.

La corte de apelación de Versalles también se ha basado por tanto en este caso para emitir un dictamen favorable a la extradición.

En mayo de 2014, la corte de apelaciones de París había emitido un primer dictamen favorable a la extradición. Pero en febrero de 2015, la Corte de Casación francesa rehusó dar luz verde debido a un motivo vinculado con la prescripción de los hechos.

La sala de instrucción de la corte de apelaciones de Versalles fue entonces designada para pronunciarse de nuevo sobre esta cuestión.

Lampidès indicó entonces que el debate ante el tribunal volvería a ser “de nuevo sobre la prescripción” de los hechos.

Sandoval, de 64 años, que según su abogado “niega ser el Sandoval de la acusación argentina”, se exilió en Francia tras el fin de la dictadura. Obtuvo la nacionalidad francesa en 1997, lo que no impide su extradición ya que no era francés en la época de los hechos.

Al final del proceso, la extradición puede efectuarse mediante un decreto del primer ministro, que es susceptible de ser recurrido ante el Consejo de Estado, que entre otras atribuciones ejerce de más alta jurisdicción del ámbito administrativo.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Sobre la extradición del genocida Sandoval

Sophie Thonon habla de la reacción de los organismos de derechos humanos franceses frente a lo que pasa en la Argentina

“Comenzaron a prepararse para futuras luchas”

Tras un difícil proceso judicial, Thonon acaba de conseguir en Francia la extradición del represor Mario Sandoval. Activa defensora de los derechos humanos, la jurista advierte sobre un posible retroceso en la materia. También habla de Milagro Sala y Santiago Maldonado.

Por Alejandra Dandan

Thonon destaca que la Argentina marcó un camino en cuanto al juzgamiento de crímenes de lesa humanidad. 
Imagen: Jorge Larrosa

Tras cinco años de un difícil proceso judicial, Sophie Thonon acaba de conseguir la extradición de Mario Alfredo “Churrasco” Sandoval, un policía de Coordinación Federal con intervención en la ESMA, refugiado en Francia con papeles de ciudadano. Ella es jurista francesa y activa defensora de los derechos humanos. Fue una de las impulsoras del primer juicio en el exterior a Alfredo Astiz durante la vigencia de las leyes de impunidad en Argentina. Como observadora de lo que el mundo reconoce como el caso de juzgamiento argentino de crímenes contra la humanidad, en esta entrevista habla de lo que puede empezar a olvidarse: “Argentina acumuló una jurisprudencia internacional en términos de persecución penal y castigo a genocidas que es un enriquecimiento decisivo para la justicia internacional”, dice. Pero sobre esa base también muestra señales de alarma ante fallos como el 2x1 de la Corte. “Los organismos de derechos humanos franceses de repente se preguntaron: ¿Esa justicia ejemplar está en peligro? Y entonces, de nuevo, comenzaron a prepararse para ejercer una vigilancia que hasta ahora no había hecho falta porque lo que hacía esa justicia era ejemplar”. Thonon también habla de Milagro Sala, Santiago Maldonado, de la calle, sus movilizaciones y la emergencia de leyes de excepción que transforman el Estado de derecho en Estados restrictivos, aquí, en la región y en Europa.

–¿Cuál es la evaluación de la decisión de Francia de extraditar a Sandoval?

-El pedido de apelación primero estuvo en manos de la Corte de Apelación de París, que en su momento dio una señal verde para avanzar. Francia no tiene la figura de la desaparición, pero entonces dijeron que el crimen de secuestro argentino era equivalente a la privación ilegal de libertad y reafirmaron el secuestro como un crimen continuo. Sandoval apeló ante la Corte de Casación que puso en duda que la víctima, en este caso Hernán Abriata, pudiera seguir secuestrado en tiempos de democracia. Y aunque la Casación falló en ese sentido, fue una primera semivictoria porque cuando hay temas de extradición, en general, rechaza o acepta el recurso del imputado pero no manda el caso a otra Corte de Apelación para juzgar. Acá lo hizo. Enviaron el caso a la Corte de Versailles. Nunca había pasado. Versailles tomó su tiempo y dio fecha de audiencia. Ese proceso acaba de terminar y hubo una victoria. Es muy difícil que una Corte de Apelación que recibe un caso de Casación no siga los lineamientos, por una posición de jerarquía. Pero hay Cortes valiosas como ésta, que estudian los casos y deciden de modo autónomo. Finalmente Versailles hizo un informe muy preciso del caso, entendió muy bien lo que pasó en la dictadura argentina y dijo que el secuestro es un crimen continuo. Y esa era una decisión que estaba esperando el Estado argentino, los jueces y todos los organismos de derechos humanos porque era la primera vez que la Corte de un país, estimado como Francia, había puesto en duda el elemento continuo del crimen de secuestro. Si quedaba así, podía ser una señal no sólo para Argentina sino a nivel universal. Muchos torturadores o genocidas hubiesen podido apoyarse en la decisión. Teníamos una gran responsabilidad. 

–¿Cómo sigue la extradición?

–La última palabra siempre la tiene el Ejecutivo. Las autoridades francesas tienen que firmar un decreto. Sandoval puede apelarlo, pero es una fase administrativa. Fue una batalla difícil. Se movilizaron todos los representantes de los organismos franceses o compuestos de argentinos de allí. El 15 de septiembre, al final de los alegatos, todos sacaron la foto de Hernán. Y quiero decir que estuvo la embajada argentina presente. Aunque aún no hay embajador, el encargado de negocios, Darío Zelaya, habló e hizo una presentación muy clara. También estuvo muy bien el fiscal general, que recibió un día antes una carta del Instituto de Altos Estudios Latinoamericanos en París, instituto en el que enseñó Sandoval. Hubo profesores que después de haber compartido la enseñanza, no quisieron saber más nada de él. Y esa carta fue leída en el juicio. Muchos profesores, incluido el director, dijeron lamentar que una persona así haya enseñado en la escuela. Para nosotros fue un hecho impactante.

–En Francia hubo giros en la jurisprudencia (ver aparte). Acá hay alertas en el mismo sentido. Usted llevó adelante las causas de desaparecidos franceses en Argentina en los momentos que acá no podían ser juzgados. ¿Cómo mira lo que sucedió con el caso de juzgamiento argentino?

–El caso de los franceses desaparecidos en Argentina se abrió en Francia cuando todavía había impunidad en Argentina. La instrucción de (Baltasar) Garzón empezó en 1996 y yo presenté la nuestra en septiembre de 1998. Los organismos de derechos humanos, y yo misma, pensamos aquello como una manera pública, universal, de decir a los argentinos: ‘bueno, despiértense, la justicia les pertenece en primer lugar a ustedes, nosotros somos una justicia que ayuda’. Lo concebimos así. Pero tomamos los casos completamente y no por la mitad ni esperando que la justicia argentina despertara. Francia hizo una instrucción remarcable porque eran hechos que habían sucedido treinta años atrás, hoy cuarenta, y en otro país. Pero una de las cosas que ocurre con el fenómeno lesa humanidad es que más tiempo pasa, y más elementos se recogen. El juez francés de 1998 tenía mucho más material sobre las monjas que el juez de 1990. Y ese juez, Roger Le Loire, fue muy activo. Se interesó mucho. Me acuerdo que tenía en su despacho la organización del famoso Plan Cóndor, sobre cómo se articulaba la información. Lo mismo sucedió con la jueza que terminó el caso de Pinochet, Sophié Clement. Entonces, eso fue un elemento muy decisivo para los años de impunidad y para reunir información en la instrucción que pudiera ser aportada a la justicia argentina. Y, además, fue importante para Francia, que no juzgó con una competencia universal. Juzgó con la ley francesa, sus tribunales, su código, era un caso francés sólo que los hechos habían ocurrido afuera. Y también era una manera de decir: aún si los crímenes no se cometieron en Francia, nosotros estamos vigilando. Era un mensaje, incluso a los genocidas.

–Luego se reactivaron las causas. ¿Cuál es (o fue) el aporte argentino a la dinámica de juzgamiento universal?

–Cada vez que tengo la oportunidad de hablar de esa justicia después de la anulación de las leyes de impunidad subrayo el papel histórico y ejemplar de la justicia argentina. Primero, el Juicio a las Juntas. No hay muchos países que justo después de los hechos, con sus leyes, sus jueces, sus tribunales, su código procesal, juzguen a sus torturares. Grecia y Argentina, no conozco otros. Argentina ya en esa época asumió un lugar muy importante. Muy ejemplar en el mundo. No era un tribunal ad hoc como Ruanda. Argentina juzgó. Después terminó bastante mal con las leyes de impunidad. Pero en estos años acumuló una jurisprudencia internacional en términos de persecución penal y castigo a genocidas que, digamos, es un enriquecimiento decisivo para la justicia internacional.

–Luego vinieron los giros. El fallo del 2x1 o incumplimiento de cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o de las Naciones Unidas, como sucedió en el caso Sala. ¿Ustedes se preparan para volver a activar prácticas de momentos de impunidad?

–Es cierto que para el exterior la Ley del 2x1 fue una especie de alerta fuerte. Los organismos de derechos humanos de Francia se preguntaron: “¿Esa justicia ejemplar está en peligro? Entonces, de nuevo, comenzaron a prepararse para luchas futuras, para ejercer una vigilancia que hasta ahora no había hecho falta porque lo que hacía esa justicia era ejemplar, aunque siempre puede criticarse. Pero a partir de eso, los organismos comenzaron a pensar que a lo mejor deben estar listos para futuros combates. Acabo de estar en Chile por el aniversario de la Caravana de la Muerte, un acto de terrorismo para sacar presos legalmente encerrados por la dictadura pinochetista: los sacaban y fusilaban. Pero me acuerdo que allí denunciaron la poca reacción del pueblo chileno frente a esto, tomando como punto de comparación al pueblo argentino y diciendo: los argentinos son capaces de hacer bajar a la calle un millón de personas a protestar contra una medida que ven de futura impunidad. Eso generó mucha admiración y también lo hizo cuando lo vimos en Francia. Nos pareció realmente muy impactante la movilización. Es decir, primero la capacidad de movilizarse porque poner un millón de personas en la calle no se organiza así nomás. Pero también, la reacción del pueblo argentino. Como decir (busca las palabras)… la idea de que el olvido en Argentina, no existe, es una palabra que no pertenece al diccionario cuando se trata de derechos humanos, acá recuerdan lo que pasó 40 años atrás o lo que contaron las víctimas. Eso siempre nos pareció muy movilizador. Lo que pasó es un elemento del presente, como decirlo, que sigue con su eco, o más que eco: es una realidad.

–Estuvo en el aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo. También con Estela de Carlotto en movilizaciones por Santiago Maldonado en París. E intervino en reclamos por Milagro Sala. 

–Soy abogada de Abuelas en Francia. Con Estela habíamos estado en París en la Plaza de los derechos humanos del Trocadero con la denuncia por Maldonado cuando aún no había aparecido el cuerpo. Creo que la lucha de las Abuelas es una lucha ejemplar, inédita. La capacidad de estas mujeres, abuelas y de madres que sobrevivieron, de movilizar y obtener resultados. Y el tema de los chicos raptados es como el río subterráneo de la dictadura que sigue en la sociedad. Y de repente, cuando uno de estos chicos aparece, hay como una continuación, una sobrevivencia de un hecho criminal que todavía no terminó. Maldonado es un caso muy presente en Francia. Preocupa y preocupó durante los días de desaparición forzada. Ahora preocupa qué va a hacer la justicia argentina. Y de manera permanente, los organismos exigen la verdad, es decir una investigación judicial imparcial y a fondo. Además, en Francia tiene mucho eco la lucha de los pueblos originarios y explotación de las grandes empresas internacionales sobre las tierras mapuches. Y el caso Milagro Sala es muy vigilado porque es muy difícil entender para la aplicación normal del derecho, que se pueda encarcelar a una persona de manera preventiva tanto tiempo sobre una base jurídica tan ligera. La detención preventiva es la excepción porque viola la presunción de inocencia, tanto en Francia como en Argentina. Y lo mismo ocurre con la aplicación del derecho internacional de los tratados de los cuales Argentina es parte. 

–Acá, en la región, en Francia y Europa proliferan discursos de odio. Y con eso la configuración de nuevos viejos enemigos internos. 

–Cuando se habla de la continuación del hecho dictatorial en tiempos de democracia, el Código Penal chileno es un ejemplo. A los mapuches se los persigue sobre la base de una ley antiterrorista de la época de la Pinochet. Entonces, a ellos, a los mapuches que tienen una reivindicación social y cultural, se los persigue con una ley de la peor represión que hubo. Eso es un elemento que se denuncia y por supuesto es una tendencia en nuestros países, hacer revivir leyes de excepción que reducen las libertades públicas como ahora en Francia, que las reducen en nombre de la persecución del terrorismo, de la seguridad del pueblo y demás. Es decir, en un Estado de derecho el miedo siempre es pasar a un Estado de represión, de restricción de las libertades, de vigilancia del pueblo. Lo que pasó en Francia con el Estado de excepción durante meses, es un ejemplo.